Guanajuato, Gto. 20 Ago.- Para las y los integrantes del Grupo Parlamentario del PRI, tras el anuncio del Gobernador de que concluye el operativo “Golpe de Timón” y llega “Guanajuato Seguro”, no se observa nada nuevo que cambie la situación de inseguridad de Guanajuato.
Más que el cambio de nombre, los guanajuatenses requieren acciones certeras en contra de la delincuencia.
Se desconocen los detalles de la nueva estrategia, el gobernador encabeza una rueda de prensa donde no informa en qué consistirá, mientras la guerra entre criminales se mantiene en las calles de Guanajuato.
En su guion, se observa una contradicción en lo que es un operativo y una estrategia.
Para el Grupo Parlamentario del PRI, también son cuestionables los mensajes triunfalistas del gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, por establecer como “compromisos cumplidos” en materia de seguridad, la captura del líder y desarticulación del Cártel Santa Rosa de Lima.
No obstante, y de acuerdo con lo publicado por especialistas en la materia, los remanentes de esa organización delictiva continúan con la disputa por el territorio.
Sin su líder al frente de la organización, algunos integrantes del grupo criminal enviaron recientemente un video para anunciar que la pugna sigue.
Solo habrá que recordar que el operativo “Golpe de Timón”, emblema del gobernador, prometía el regreso de la paz y la tranquilidad al estado, lo cual no ha ocurrido, es decir, los objetivos no están terminados.
Ahora el Gobernador nos dice que desde un inicio se trazaron cinco puntos: 1) establecer una coordinación estrecha, efectiva y de resultados entre las autoridades estatales y federales; 2) recuperar el territorio de Santa Rosa de Lima para sus habitantes y para todo Guanajuato; 3) trabajar en la reconstrucción del tejido social, para que los habitantes de Santa Rosa de Lima pudieran tener una mejor calidad de vida; 4) mostrar que la ley está por encima de todo y 5) desmantelar al grupo criminal y capturar a su líder.
Al respecto, el Grupo Parlamentario del PRI precisa que no se ha logrado la paz, no se ha impuesto la Ley por encima de los grupos criminales y tampoco se ha establecido una coordinación real, estrecha y efectiva del Estado con la Federación.
Habría que precisar también que en noviembre del 2018, lo que anunció el gobernador fue un decálogo de acciones, entre reformas legales, 600 millones de pesos al presupuesto a seguridad, regulación de yonkes y casas de empeño, despenalización de accidentes de tránsito –en tanto no exista alcohol o drogas de por medio-, prepas militarizadas, mejores ministerios públicos, inteligencia y tecnología, además de juzgados civiles municipales y un sistema ágil de denuncias a través de las policías municipales.
Así Diego Sinhue aseguró que regresará la paz y la seguridad a Guanajuato, que por cierto no ha cumplido.
No hubo los tales cinco puntos que ahora dice.
Lo que sí es un hecho es que la diputa por la plaza entre grupos criminales no solamente sigue, sino que está acompañada de violencia.
En lo que va del mes de agosto, van 176 homicidios dolosos en territorio estatal. El saldo de 18 días del Marro capturado.
Se ha dicho que la estrategia “Guanajuato Seguro” pretende detectar cualquier manifestación violenta a través del trabajo coordinado, pero no se informaron cuáles serán las acciones concretas.
Lo que preocupa es que apenas unos días después de la detención de José Antonio Yépez, la organización delictiva con la que está en guerra, mandó un mensaje dirigido a las autoridades, a los empresarios y ciudadanía en general, en donde aseguraban que ellos se harían cargo de mantener la paz en Guanajuato.
En respuesta, una semana después apareció un video que se adjudican integrantes del Cártel Santa Rosa de Lima, donde aseguran que siguen operando en el estado.
La guerra no termina y la violencia tampoco.
Las disputas entre grupos delictivos son visibles, por los mensajes que se mandan, no obstante, en Guanajuato son más los cárteles que operan pero lo que no se observa es un combate real por parte de la autoridad contra el crimen.