El mexicano Ernesto Martínez Bucio filmó “El diablo fuma (y guarda las cabezas de los cerillos quemados en la misma caja)” en locaciones en la Ciudad de México, y en los Estados de Guanajuato y Jalisco.
Es el debut en largo del director tras los cortos “Las razones del mundo”, trabajo final de su Licenciatura en Cinematografía del Centro de Capacitación Cinematográfica que fue nominado al premio Cinéfondation del Festival de Cannes en 2016.
La película tuvo días en rodaje en la ciudad de Celaya, Guanajuato, de donde es originario el productor Carlos Hernández Vázquez, quién es socio fundador de Mandarina Cine, empresa dedicada a la producción y distribución de cine independiente en México.
La película cuenta la historia de cinco hermanos entre 8 y 14 años que, tras ser abandonados por sus padres, quedan al cuidado de su abuela, una mujer que desconfía de los extraños y dice ver al diablo.
El guion es del propio Martínez Bucio junto a Karen Plata Luna, mientras que la Dirección de fotografía es de Odei Zabaleta.
El director explica en sus notas que el proceso de filmación no se ciñó al guion al pie de la letra: “Dejamos libertad a los niños para que interpreten a su manera los conflictos que pueda plantear cada escena y por eso fué fundamental el trabajo previo que les otorgo herramientas para reaccionar con verdad ante estímulos ficticios.
La cámara sigue las acciones de los niños y estuvo preparada para reaccionar a lo que sucedía”, y remató: “Queremos una película fraccionada, con planos cercanos que capturen solo partes, nunca el todo. Esto crea huecos, vacíos narrativos que el espectador deberá completar. La textura de la imagen será rugosa, áspera.
Esta es una película que se traza con brocha gorda, no con pincel”. La finalización de la película está prevista para la segunda mitad del año que viene.
El film fue seleccionado en 2022 por el Fondo Fílmico Gabriel Figueroa (GFFF) para su espacio de Cine en Desarrollo. Además, cuenta con el apoyo de EFICINE y FIDECINE, y en 2021 participó en EAVE Puentes