Guanajuato, Gto. En una sesión extraordinaria celebrada el pasado 29 de julio, el Pleno del IACIP determinó, por mayoría, la rescisión laboral de Norma Kim Miranda, quien se desempeñaba como directora de Administración desde febrero de 2023. La decisión se tomó bajo el argumento de “pérdida de confianza”, con el voto a favor de la presidenta del Instituto, Mariela Huerta Guerrero, y el comisionado Alejandro Rocha Pedraza.
De acuerdo con el documento aprobado, la pérdida de confianza se sustentó en una “deficiente planeación, organización y dirección para el cumplimiento de sus atribuciones”, así como en omisiones para dar seguimiento adecuado a contrataciones y adquisiciones, además de no informar por escrito al Pleno sobre los asuntos a su cargo, como lo establece el Reglamento Interior del Instituto.
Entre las observaciones no solventadas, destacan hallazgos señalados en un informe interno del propio IACIP, como la existencia de una tarjeta adicional para gasolina —27 tarjetas para una flotilla de 26 vehículos oficiales—, que fue utilizada para cargar combustible de manera reiterada a una camioneta Honda HRV con placas GFT-8585, unidad que no forma parte del inventario del Instituto.
Asimismo, se detectaron irregularidades en el uso de TAGs de telepeaje y la emisión de facturas duplicadas, situación que derivó en el reintegro de $93,400 pesos por pagos indebidos, lo que evidenciaría deficiencias en los procesos de validación.
No obstante, la resolución no fue unánime. El comisionado Juan Sámano votó en contra al considerar que el documento presentado no contiene elementos suficientes para justificar legalmente la rescisión. “No se desprenden los suficientes elementos de convicción que permitan soportar la rescisión laboral expuesta”, señaló en su voto particular.
Fuentes cercanas indican que la ahora exfuncionaria no está conforme con su despido y que ya respondió a un pliego de observaciones emitido por la Auditoría Superior del Estado, mismo que deberá ser revisado por la instancia fiscalizadora correspondiente.
Con la extinción del IACIP ya avalada por el Congreso local, el caso suma un capítulo más a la compleja transición del organismo, que aún deberá rendir cuentas antes de su cierre definitivo.