Donald Trump cumple su promesa y ataca a Siria con misiles crucero en un demoledor ataque al reino del que llama “Bárbaro y Brutal” régimen de Bachar El Asad.
En conjunto con sus aliados Francia y Reino Unido llevaron un ataque conjunto a centros de producción de agentes prohibidos.
Mientras tanto El presidente de Estados Unidos envió un mensaje a Rusia e Irán que están apoyando a un asesino de masas, y que deben decidir de qué lado están.
Tras seis días de redoble de tambor, a las nueve de la noche del viernes Trump lanzó el ataque. Una operación de fuerza destinada a liquidar la maquinaria siria de “producción, distribución y uso de armas químicas”. “Nuestro objetivo es lograr una disuasión fuerte. Estamos preparados para mantener la respuesta hasta que el régimen de El Asad dejé de usar estos agentes prohibidos”, afirmó el presidente.
El ataque a Siria forma parte de una historia interminable. Trump siempre ha deseado salir de Siria. Hoy mismo, en su discurso, ha recordado que no busca la presencia permanente de EE UU en el territorio. “No nos hacemos ilusiones, no podemos purgar el mundo del mal ni actuar en todos los sitios donde hay tiranía. No hay sangre americana suficiente para lograr la paz en Oriente Próximo. Podremos ser socios y amigos, pero el destino de la región está en manos de su propia gente”, clamó.
Esta acción es tomada después del bombardeo con armas químicas al poblado de Duma donde murieron 60 personas entre mujeres y niños.