Por Melva Frutos
Guanajuato.- La majestuosidad del Teatro Juárez se revistió de gala este domingo para recibir al autor del Quijote en la ceremonia de inauguración del XLIV Festival Internacional Cervantino.
Autoridades, parroquianos y turistas se ataviaron con sus mejores ropas. No era para menos, el mismísimo Miguel de Cervantes Saavedra, Don Quijote y Sancho Panza, estaban presentes para el evento inaugural.
No todos los días se tiene el privilegio de contar con la asistencia del Manco de Lepanto, y este año el emblemático recinto, que ha albergado a las mejores figuras artísticas, se distinguió con su visita.
Entre los asistentes, además del de Alcalá de Henares, estuvieron el secretario de Estado de Cultura del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España, José María Lassalle Ruiz, así como el embajador de España en México, Luis Fernández-Cid de las Alas Pumariño.
Rafael Tovar y de Teresa, secretario de Cultura en México; Miguel Márquez Márquez, gobernador de Guanajuato; Aristóteles Sando-val Díaz, gobernador de Jalisco, así como el alcalde de Guanajua-to, Édgar Castro Cerrillo y el rector de la Universidad de Guanajuato, Luis Felipe Guerrero Agripino.
Aprovechando tan garbosa ocasión, el Gobierno de Guanajuato, el Mu-seo Iconográfico del Quijote, la Fundación Cervantina de México y la Universidad de Guanajuato, entregaron la XVI Presea Cervantina a la escritora Margo Glantz.
Glantz, de origen judío, ha contribuido en el estudio y difusión de la obra de Cervantes Saavedra, y el próximo lunes ofrecerá la conferencia “Cuerpos contra cuerpos en El Quijote”.
En el mismo escenario, fue otorgada la Medalla FIC fue al tenor Francisco Araiza, quien ha destacado en los más grandes teatros de ópera del mundo.
El festival entrega esta presea a artistas de diversas disciplinas por su trayectoria y por ser uno de los tenores mozartianos más importantes del siglo XX.
Cervantes acudió vestido en impecable conjunto color vino y camisa blanca adornada con gorguera del mismo color, medias y botas negras. Distinguido.
El dramaturgo y novelista universal fue uno de los primeros invitados en tomar una de las butacas de antigua madera, en la parte media del Teatro, cuya construcción data de 1903.
Don Quijote y Sancho Panza prefirieron ubicarse en uno de los balcones del gran teatro, desde donde escucharon atentos la con-versación.
“Ilustrísimo señor don Miguel de Cervantes y Saavedra, Príncipe de los Ingenios”, refirió a tan honorable presencia, Jorge Volpi, Director General del Festival, “No cabe en nos la dicha de encontrar hoy aquí a su Merced, en los lustrosos sillares del noble Teatro Juárez, rodeado de tantos y tan distinguidos admiradores”.
Se trata de la conmemoración de 400 años de su partida, dijo Volpi, sin embargo su apariencia es mejor que en las fotos y monumentos que representan su figura.
“Permítame decirle, con el donaire que amerita el caso, que se le aprecia tan rozagante como en vida, si no es que más, el cutis de recién nacido, la barba fielmente recortada, el porte altivo, los ca-bellos apenas entrecanos y esa gola que le sienta mejor que en la miríada de retratos y estatuas que engalanan esta dichosa villa de Guanajuato erigida, hoy más que nunca, en Capital Cervantina de América si no en Cervantina Capital del Orbe todo”.
La edición XLIV, “De la locura al idealismo”, será la más importan-te conmemoración mundial por los 400 años de la muerte de Cervantes y contará con España y Jalisco como invitados de honor.
Como se hace con los amigos que vienen de otra época, Volpi describió los últimos acontecimientos en esta tierra a la que una vez se le negó venir, incluyendo pérdidas, despojos, inseguridad y corrupción.
“La América mexicana se separó de la Corona, se desgajó en inútiles e interminables reyertas fratricidas, perdió más de la mitad de su vasto territorio, fue invadida por un príncipe extranjero y mal gobernada por una larga caterva de tiranos nacionales, hasta llegar a estos aciagos tiempos en que allá afuera, lejos de los fastos que nos convocan, el país aún pena y se marchita entre porfiados crímenes nunca castigados, incontables asaltos a la hacienda pública y la sensación de que hemos desaprovechado todas las oportunidades y riquezas que nos brindó Fortuna”, expresó.
Oportuno sería, comentó Volpi dirigiéndose a Don Quijote y Sancho, tener un caballero andante para enderezar la realidad desasosegante y llorosa que nos envuelve ahora.
“No fue otra la solución que halló el hidalgo avellanado y enteco al que su Merced dio vida y hoy también nos acompaña aquí, en la alta gallería de este noble Teatro Juárez, al lado de ese mentecato que se negó a amarrar en los postes del Jardín de la Unión al borrico que lo traía a cuestas a través de las insignes callejuelas y plazas de nuestra villa.
“Frente a la espantosa realidad que le carcomía las entrañas, tan espantosa, insisto, como la que nos rodea ahora…”.
El director del Festival anunció además el homenaje en la presente edición, a uno de sus más fieles escuderos, Ignacio Padilla.
La obra del Manco de Lepanto se expandirá del 2 al 23 de octubre en diversas disciplinas artísticas: música, ópera, teatro, danza, artes plásticas, literatura y cine. Con más de 700 actividades en las que participarán cerca de 3 mil artistas.
Extendió por último Jorge Volpi sus deseos de rendir a Cervantes el homenaje más “hermoso, el más gallardo y el más discreto que pudiera imaginarse”.
El dramaturgo respondió a las palabras del anfitrión, con un abrazo y la tradicional selfie.
En su participación, Rafael Tovar y de Teresa, Secretario de Cultura, consideró que es la primera vez que se concreta la vocación y el destino del festival, “que es precisamente homenajeando a Cervantes”.
“Y en esta ocasión podremos ver la obra de Cervantes y concretamente la obra del Quijote, no nada más planteada desde lo que es su valor literario y lo que es su palabra, si no, cómo esto ha influido en la cultura, sin duda alguna, occidental, en los últimos 400 años”, dijo Tovar y de Teresa.
José María Lasalle Ruiz refrendó la presencia de España y puntualizó la colaboración de diversas instituciones ibéricas en el magno Cervantino.