Guanajuato, Gto., a 26 de diciembre de 2018.- “Un país como el nuestro necesita ciencia y no forzosamente en investigación, puede ser en la industria, para resolver las problemáticas que a veces son muy fáciles de solucionar desde los principios básicos”, considera la Dra. Silvia Gutiérrez Granados, profesora del Departamento de Química de la División de Ciencias Naturales y Exactas del Campus Guanajuato.
Precisamente, se vive una etapa difícil en el ámbito energético, debido a que gran parte de la economía se basa en el sector de los hidrocarburos que tiene grandes altibajos. Para contrarrestar esto consideró necesario poner manos a la obra y tratar de encontrar una solución, por ello la investigadora del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel II y responsable del cuerpo académico de Electroquímica Ambiental, encabeza la investigación sobre el desarrollo de celdas fotovoltaicas orgánicas.
Las energías renovables son una buena alternativa, y en particular la energía solar. Por lo que el cuerpo académico que encabeza aborda el proyecto “Electrosíntesis y caracterización de materiales fotovoltaicos a base de sistemas politiofénicos con inserción de materiales carbonosos”, a través del cual se buscan nuevos materiales fotovoltaicos orgánicos que ayuden a aumentar las eficiencias de las celdas solares orgánicas (CSO).
El beneficio directo de las celdas fotovoltaicas orgánicas para la ciudadanía es el ahorro de energía aprovechando la luz del sol para calentar el agua, encender focos, entre otras cosas; a nivel industrial se contempla para bajar costos de producción.
“Nosotros queremos hacer estas películas finas de polímeros conductores, que son la capa activa de esta celda por métodos electroquímicos. Este método nos permite que se adhiera sobre los vidrios conductores y puedan tener esa flexibilidad, que se llaman ligeros”, explicó la Dra. Gutiérrez Granados.
Este estudio tiene el objetivo de reducir los costos y que estos colectores de energía puedan construirse en grandes cantidades, con la finalidad de que la población pueda acceder a este tipo de tecnología, que en la actualidad es muy costosa.
Las celdas solares se hacen mediante compuestos inorgánicos y con materiales de alto costo económico y no son flexibles; la característica esencial que se busca es crearlas con material orgánico, señaló la Dra. Silvia.
Uno de los retos de las celdas orgánicas es la reducción en sus costos de fabricación, incrementar la eficiencia de conversión de energía solar en eléctrica y lograr un mayor tiempo de vida; aunado a la elaboración de estas películas muy finas con baja rubosidad y espesores de 100 nanómetros como máximo.
El mecanismo para la conversión de energía se puede explicar mediante 4 pasos: 1) la energía solar incide sobre el ánodo, el cual la absorbe en forma de fotones, 2) los electrones de la capa activa son excitados por los fotones, 3) debido a la diferencia de energía, los electrones pasan del material donador al aceptor y por último, 4) el transporte de carga y la recolección, lo hace el cátodo.
Para la Dra. Silvia Gutiérrez un referente es el apoyo de la UG que siempre da información sobre dónde tocar puertas, otorga un presupuesto para investigaciones, tiene apertura para apoyos como estancias, congresos, ayuda a los estudiantes para que participen en foros y puedan ampliar su visión a nivel internacional.
Luego de 30 años de trayectoria impartiendo clases y dirigiendo tesis de licenciatura, maestría y doctorado, hizo hincapié en que “la química lo es todo para mí, porque estamos vivos por todas las reacciones químicas. La ciencia siempre me ha gustado y la química es muy versátil; en particular me gusta trabajar con los jóvenes y con el ejemplo de profesionalismo de ética y apertura de visiones para mejorar nuestro entorno”.