CDMX.- El izquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ya es oficialmente presidente de México con la ceremonia de «toma de protesta» de este sábado.
«Protesto guardar y hacer guardar la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de presidente de la República que el pueblo me ha conferido», dijo AMLO al recibir la banda presidencial del saliente Enrique Peña Nieto.
Minutos después dio un discurso que comenzó agradeciendo a Peña Nieto que no «interviniera» en las elecciones y centró en su idea de la «Cuarta Transformación».
Y es que AMLO promete que su sexenio no va a ser un gobierno más sino un cambio profundo al nivel de la Independencia, la Reforma y la Revolución.
Esa «Cuarta Transformación» pretende iniciarla con un ambicioso plan de infraestructura y programas sociales que sirvan para dejar atrás el neoliberalismo.
«Si me piden que exprese en una frase el plan del nuevo gobierno, respondo: acabar con la corrupción y con la impunidad«, dijo López Obrador durante su discurso.
Aclaró, sin embargo, que la nueva etapa de lucha contra la corrupción se inicia «sin perseguir a nadie» porque no apuesta «al circo ni a la simulación», en una especie de borrón y cuenta nueva.
AMLO, de 65 años, llega a la presidencia tras imponerse en las elecciones presidenciales del pasado 1 de julio más del 53% de los votos.
El nuevo presidente recibe un país sumido en una sangrienta guerra contra el narcotráfico y el crimenorganizado, con índices de corrupción sin precedentes y con un 53% de la población viviendo en la pobreza.
Uno de los grandes retos de AMLO es conseguir un equilibrio entre su intención de transformar el país en lo social y el cuidado de las finanzas del país.
«Van a bajar los sueldos de los de arriba porque van a subir los sueldos de los de arriba», dijo durante su discurso.
El equipo económico del nuevo presidente ha tratado de calmar a los mercados. Desde octubre, la bolsa local ha caído más de un 15% y la moneda, el peso, ha retrocedido un 9%.
Uno de los puntos críticos en ese sentido fue la cancelación del multimillonario proyecto de nuevo aeropuerto para Ciudad de México tras una consulta pública.
¿Borrón y cuenta nueva?
AMLO se mostró optimista ante la tarea de acabar con la corrupción y dijo que México se puede convertir en una potencia económica y en un ejemplo.
Según el nuevo presidente, son tres cosas las que falta, y dos ya las tienen: un pueblo trabajador y recursos naturales. «La tercera pronto la tendremos, un buen gobierno».
Gran parte del discurso del nuevo presidente se centró en criticar el problema de la corrupción y la promesa de que es algo que se va a acabar.
Fue una sesión agitada por momentos, con los diputados opositores del Partido Acción Nacional (PAN) con carteles con mensajes como «Que baje la gasolina» o «Democracia sí, autoritarismo no».
A un lado de las curules donde se ubica esta bancada, los legisladores colocaron una manta con la frase: «Maduro no eres bienvenido», con la fotografía del presidente de Venezuela.
Algunos retiraron el cartel donde se encontraba, pegado a una pared, para llevarlo al frente de la tribuna. Fue el momento en que el presidente López Obrador envió desde la tribuna un saludo al mandatario venezolano.
Los diputados gritaron «¡dictador!, ¡dictador!» mientras miraban hacia arriba, al palco de invitados especiales. Pero Maduro no estaba.
Antes de iniciar la ceremonia, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dijo que el vuelo del presidente venezolano estaba retrasado.
Al concluir el evento, López Obrador tardó cerca de 15 minutos en salir del recinto, rodeado por decenas de diputados del ya oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), quienes se tomaron fotografías con el nuevo presidente de México.
«Me comprometo a no robar y a no permitir que nadie se aproveche de su posición», dijo. «Nada material me interesa».
Contra la corrupción, AMLO habló de una especie de borrón y cuenta nueva, de no gastar esfuerzos en perseguir a responsables políticos del pasado y ser implacables de ahora en adelante.
También habló de promover una ley para convertir la corrupción en un delito grave y que el presidente pueda ser perseguido por cualquier crimen, incluso estando en ejercicio.
«El gobierno no será un simple facilitador para el saqueo».
Además, dijo que con Canadá y Estados Unidos ya está hablando de un «acuerdo de inversión entre empresas y gobiernos para impulsar el desarrollo de los países centroamericanos» y también México.
«Y enfrentar de esta forma y no con medidas coercitivas el fenómeno migratorio».
Además, insistió en la idea de que bajo ningún concepto tratará de ir a una reelección (cosa que no está contemplada en México) y antes al contrario, en dos años y medio celebrará un revocatorio.
«Porque el pueblo pone y el pueblo quita. Y es el único soberano al que debo sumisión y obediencia», dijo.
«Acepto el reto y les invito a participar para celebrar el esplendor y la grandeza futura de todo México».