León, Gto.- Crece el debate sobre la seguridad en el congreso del estado de Guanajuato, y entre la sociedad en general, esto después de la ola de violencia que generó la detención de la madre y hermana del Marro en Celaya.
Diputados del PAN en el congreso de Guanajuato llaman a dejarse de politiquerías, cuando crítica la oposición el vacío de seguridad en el estado y cuando piden la destitución de los encargados de aplicar la ley y la justicia en el estado.
El diputado Rolando Alcántar Rojas pidió a sus homólogos, a los diputados federales y a los funcionarios públicos de los tres niveles de gobierno, además de los actores políticos, “a dejarnos de politiquerías, del concierto de reparto de culpas y de publicaciones con ansias electorales; y nos concentremos en nuestra responsabilidad, desde nuestro ámbito de competencia, de materializar propuestas efectivas que den soluciones objetivas y concretas a las demandas ciudadanas”.
Mientras La diputada local de Morena, Magdalena Rosales Cruz exigió la remoción del secretario de Seguridad Pública, Álvar Cabeza de Vaca Appendini tras la escalada de violencia en el estado y los hechos registrados el sábado en la región Laja –Bajío con la quema de autos y negocios y el bloqueo de carreteras.
En tanto, la legisladora del PVEM, Vanessa Sánchez Cordero, reiteró que es necesario que el gobernador Diego Sinhué Rodríguez Vallejo evalúa la permanencia del funcionario estatal pues la inseguridad en esa zona y en todo el estado empeora día a día.
Por su parte los diputados del PRI en el estado de Guanajuato no emitieron alguna declaración al respecto.
Guanajuato sigue apareciendo en medios internacionales siendo el ojo del huracán por el grado de violencia que se ha llevado a cabo en los últimos meses en esta entidad, gobernada por el PAN.
El periódico El País publica un artículo donde critica duramente la falta de gobernabilidad en Guanajuato:
Se necesitan tres ingredientes básicos para que estalle el terror: una mafia local con poder; una policía rebasada o corrupta y disputas locales por el control. El sistema colapsa. La violencia que está sufriendo México no es, según los expertos, la misma que hace 20 años, cuando los grandes capos de la droga se repartían zonas. El Estado de Guanajuato es el ejemplo del nuevo descontrol. El cartel Santa Rosa de Lima se ha hecho fuerte en una de las entidades más prósperas a base de robar combustible de Pemex, según las declaraciones del Gobierno, pero también de la extorsión. La región ha pasado de ser conocida como tierra de riquezas a la zona más sangrienta del país. Y José Antonio Yépez, El Marro, el líder de este grupo criminal, se ha convertido en otro enemigo público de México.