De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los episodios depresivos aumentan 40% en la época navideña. Por lo que presentar sentimientos de tristeza y melancolía en esta temporada muchas veces puede estar relacionado con no cumplir las expectativas que nos planteamos al comenzar el año o también con añorar vivencias del pasado.
Estas emociones pueden ser síntomas relacionados con el trastorno afectivo estacional de patrón invernal, también conocida como depresión blanca o blues de navidad.
El Instituto Nacional de Psiquiatría indica que esta condición afecta a entre 4% y 8% de la población general del país, en una proporción de cuatro mujeres por cada hombre; y tiene causas multifactoriales, es decir, intervienen condiciones tanto ambientales como el clima y ubicación geográfica, y otros sociales, culturales y genéticos.
Las personas que presentan este trastorno, debido a la disminución de luz solar, tienen una actividad reducida de serotonina -hormona que ayuda a regular el estado de ánimo-. Por otro lado, la producción de melatonina aumenta y la sobreproducción de esta puede aumentar los niveles de sueño.
La psicóloga Jacqueline Arzate, indica que algunos síntomas que pueden presentarse son: cansancio, nostalgia, desinterés, disminución de la actividad física, irritabilidad, insomnio o dormir demasiado, altos niveles de tensión, falta de apetito, apatía, querer llorar todo el tiempo, fatiga y dificultad para concentrarse.
La especialista en salud mental establece que algunos factores de la temporada de fiestas, tales como la ingesta de alcohol y la exposición a ideales publicitarios que transmiten mensajes de paz, unión familiar, felicidad y regalos, pueden causar un conflicto interno en la realidad de la persona y potencializar sentimientos de tristeza.
RECOMENDACIONES:
* Practicar comportamientos de autocuidado como tener una alimentación saludable, realizar actividad física, dormir las horas adecuadas y tomar baños de sol por periodos de 20 a 45 minutos diarios.
* Poner límites tanto personales como económicos podrá ayudar a llevar un control de los gastos y energía en los compromisos sociales. También es importante moderar el consumo de alcohol.
* Plantearse metas realistas y concretas a corto, mediano y largo, ya que el establecer objetivos poco realistas puede resultar frustrante.
* Ser flexibles con nuestros pensamientos y cuidar el nivel de estrés, darnos cuenta de que las cosas y momentos cambian y podemos adaptarnos a estos cambios.
* Evitar comparar nuestra situación actual con la de otras personas, todos somos diferentes y únicos.
El trastorno afectivo estacional puede llegar a complicarse si no es tratado de manera oportuna. Es importante buscar el apoyo de algún profesional de la salud mental para que nos ayude a mantenernos estables emocionalmente en esta época del año.