Termina la aventura del Rally Dakar 2017 y miles de personas le pusieron el marco en el centro porteño a la llegada de los vehículos, que completaron la travesía que esta vez compartió ruta en Argentina, Bolivia y Paraguay.
Frente a la sede del Automóvil Club Argentino (ACA), en Recoleta, los pilotos exhibieron las banderas de las más de 60 nacionalidades que estuvieron representadas en la travesía.
Al podio subieron a recibir su medalla todos quienes se dieron el gusto de llegar a la meta y compartieron ese momento con los integrantes de sus equipos, por lo que Peugeot, que logró el 1-2-3 en autos, ocupó la amplitud de la tarima. De la entrega de premios se ocupó el ministro de Turismo de la Nación, Gustavo Santos.
El motociclista británico Sam Sunderland (KTM) ganó este sábado el Rally Dakar 2017, seguido en la general por el austríaco Matthias Walkner y el español Gerard Farrés, ambos también de KTM.
Sunderland se impuso en la carrera de rally más difícil del mundo con un tiempo acumulado en la general de 32h 06m 22s, 32 minutos por delante de Walkner y 35m 40s de Farrés.
Lo siguieron el francés Adrien van Beveren (Yamaha) a 36m 28s, el español Joan Barreda (Honda) a 43m 08s, el portugués Paulo Gonçalves a 52m 29s, el francés Alexandre Renet a 57m 35s y el argentino Franco Caimi (Honda) a 1h 42m 18s.
El experimentado piloto de Peugeot, de 51 años, completó los 64 kilómetros cronometrados en 29m 14s, apenas 19 segundos por debajo del vencedor de la etapa, su compañero de equipo Sébastien Loeb, que obtuvo su quinto éxito parcial. Tecero terminó el sudafricano Giniel De Villiers (Toyota), a 30s, y cuarto fue Cyril Despres (Peugeot), a 53s.
«Antes de la salida de la carrera, no se podía dar nada por sentado. Había una gran carrera interna y, en total, siete u ocho pilotos capaces de ganar. A mitad de carrera ya solo éramos cuatro y en la última semana se resumió a un duelo con Sébastien, un duelo de alta tensión y a una gran velocidad», aseguró Peterhansel.
Al igual que en la edición de 2016, el equipo Peugeot volvió a protagonizar la categoría autos con un podio netamente francés. Esta vez Stephan Peterhansel teminó primero, Sébastien Loeb se ubicó segundo, a 5m 13s, y tercero fue Cyril Despres, a 33m 28s. Nani Roma, la esperanza de Toyota, quedó cuarto a 1h 16m 43s.
Loeb estuvo en la pelea por llevarse el Dakar durante todo el rally, ganando cinco etapas y terminando a sólo cinco minutos del vencedor, su compañero en Peugeot, Stephane Peterhansel, en la general.
Cuando se le preguntó al final de la competición si la satisfacción de un gran rendimiento era mayor o menor que la decepción de no hacerse con la victoria, Loeb declaró ante los medios “Creo que, aún así, la satisfacción sigue siendo fuerte».
«Fue una carrera larga. Terminar segundo es un buen resultado, y especialmente el triplete de Peugeot es algo increíble para el equipo».
«Estoy realmente feliz por el equipo, pero obviamente habría preferido ganar, aunque fue realmente emocionante, y al menos ganó uno de los nuestros».
Loeb cree que la suerte no estuvo de su lado en la batalla con Peterhansel: «Realmente no tuvimos mucha suerte todo el tiempo, con problemas mecánicos [etapa 4], y el pinchazo que puso fin a la lucha [etapa 11]».
“Ni siquiera sabemos qué pasó en el coche [en la etapa 4], por qué estuvo parado durante 26 minutos. No encontramos la razón y ahora funciona. Ese fue un gran golpe, tuvimos mala suerte, y cuando pierdes tanto, casi media hora en una etapa, es difícil recuperarlo».
En cuanto a su progreso y al de su copiloto, Daniel Elena, respecto a su debut en el Dakar en 2016, Loeb dijo que estaba seguro de que habían mejorado, aunque admitió que el rumbo que tomaron los organizadores seleccionando una ruta tan dura le hizo desanimarse antes de empezar el rally.
«Estaba seguro de nuestra evolución respecto al año pasado», dijo. «En el rally Silk Way aprendí mucho, y sabía que éramos mucho más fuertes que antes. Pero seguimos sin tener tanta experiencia como otros».
«No fue una buena noticia que no hubiera etapas WRC, porque eso siempre supone una situación complicada con tanta navegación todo el rato. Así que no sabía».
«Pero finalmente estoy feliz porque creo que fuimos realmente rápidos, y estamos en el buen camino de cara a los próximos rallies».
Sobre con qué se quedan tanto él como su copiloto, de su segunda experiencia en el Dakar, Loeb dijo: «Creo que lo más grande es todo lo que hemos aprendido sobre navegación, y la experiencia que hemos ganado nos puede ayudar mucho en el futuro».