Éctor Jaime Ramírez Barba líder de la bancada panista en el congreso local hizo un llamada al gobierno federal para que refuerce el gasto a la salud pública.
El Congreso federal debe privilegiar un mayor gasto a la salud pues, una reducción a dicho sector, podría afectar programas de prevención, falta de atención a la salud en los municipios más pobres, diagnósticos tardíos y, sobre todo “más enfermedades y muertes”.
Así lo manifestó el presidente de la Junta de Coordinación Política en la Cámara de Diputados de Guanajuato, Éctor Jaime Ramírez Barba, quien detalló que para el 2016 “vemos un recorte en la Secretaría de Salud federal de poco más de 5 mil 181 millones de pesos comparado con el original de 2015, sin olvidar la reducción en este mismo año de 9 mil 765 millones de pesos al mismo sector”.
Frente a ello y ante la aprobación del paquete fiscal para el próximo año por el Congreso de la Unión, Ramírez Barba reconoció el trabajo en el Senado de la República para que no disminuyeran los impuestos saludables en alcohol, tabaco, bebidas saborizadas y alimentos no básicos con alta densidad calórica y pidió a los integrantes de la Cámara de Diputados “no acepten disminuir los impuestos antes citados que en conjunto sumarían más de 121 mil millones de pesos”.
El también coordinador del Grupo Parlamentario del PAN en la actual legislatura, detalló que el gasto en salud en México equivale a 6.2 por ciento del Producto Interno Bruto, es decir, uno de los más bajos en comparación a economías similares como Chile o Brasil que destinan 7.7 y 97 por ciento respectivamente.
A fin de incrementar el gasto en salud, en el 2013 se creó el impuesto a las bebidas edulcoradas y alimentos con alto contenido calórico que logro recaudar más de 66 mil millones de pesos en 2014, un impuesto saludable que pareciera exitoso.
“Lo que no ha sido exitoso es que los padecimientos para los que se argumentó dicho impuesto sólo han recibido, a través del Programa de Prevención y Control de Sobrepeso, Obesidad y Diabetes, recursos equivalentes a 1 por ciento en la recaudación de 2014 y una estimación en 2015 de 1.38, que se suma al Programa de Sobrepeso y al programa de la asignación de 6 por ciento del presupuesto para el Programa para Bebederos, que por cierto no ha sido ejercido”.
Para este 2016, dijo el lelgislador “vemos un recorte de la Secretaría de Salud de poco más de 5 mil 181 millones de pesos comparado con el original de 2015, sin olvidar la reducción en este mismo año de más de 9 mil 765 millones al mismo sector” y refirió que dicho recorte afectará la cobertura y calidad de la atención médica y otros; puede significar la existencia de más casos de negligencia médica, como es el costo de la vista a un menor o la vida del ex – director del ISSSTE o el mío propio”.
Además, dijo el legislador, el no fortalecer el gasto en salud “también ocasionarán falta de atención a la salud en los municipios más pobres por medio de la disminución del presupuesto para unidades móviles y el acceso a nueva infraestructura, tecnología, recursos humanos e insumos que significan más enfermedades y más muertes. Otro recorte como el de vigilancia epidemiológica, protección contra riesgos sanitarios, entre otros, puede debilitar la vigilancia epidemiológica en los estados y su operación. Todo ello frente a amenazas como el ébola, el dengue, el paludismo, la tuberculosis, la chikungunya, que ya nos costaron antes en una epidemia de influenza AH1N1 más de 4 mil millones de dólares”.
Ante tal panorama, el diputado exhortó al Congreso federal a privilegiar más recursos a la salud, evitar la disminución de impuestos saludables y promover “un presupuesto más humano”.