León, Gto. Periodistas que el pasado sábado fueron agredidas por la Policía municipal de León mientras cumplían con su trabajo de informar acudieron a la Procuraduría de los Derechos Humanos del Estado de Guanajuato (Pdheg) a interponer su denuncia, y pidieron que se activen acciones inmediatas que garanticen la protección de periodistas y personas defensoras de derechos humanos que participan y cubren protestas sociales, desde el gobierno municipal de León.
Esa fue la queja de las cuatro periodistas que ratificaron la queja por las agresiones que sufrieron durante la manifestación feminista del sábado 22 de agosto en León. Estas fueron acompañadas por integrantes del Consejo Estatal de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, Verónica Cruz Sánchez, directora del Centro Las Libres y la periodista Verónica Espinosa.
La queja que presentaron las periodistas, se basa en el abuso de autoridad y la violación a la libertad de expresión. Esta se presenta luego de haber interpuesto la denuncia penal ante la Fiscalía General del Estado.
Verónica Cruz Sánchez recordó que apenas hace un mes el alcalde, Héctor López Santillana, al igual que los otros 45 alcaldes y alcaldesas, se adhirió a un convenio de colaboración para la protección de las personas defensoras de derechos humanos y periodistas.
No obstante, documentar la actuación de la policía municipal, así como las detenciones de las feministas que comenzaban a dispersarse tras la manifestación, incomodó a los elementos que respondieron con agresiones contra al menos cuatro reporteras.
Melissa Esquivas, Martha Silva, Alfonsina Ávila y Brenda Orozco recibieron golpes, empujones y amenazas por parte de las policías.
En el caso de Melissa Esquivas un elemento varón la esposó mientras grababa cómo detenían a una chica. La jaloneó para subirla a la caja de la patrulla, aunque se identificaba como prensa, y fue hasta que policías mujeres pidieron que la liberaran que le quitaron las esposas.
Durante la redada de mujeres en el centro de León la noche del sábado, a Alfonsina Ávila se le pidió en reiteradas ocasiones que dejara de grabar cómo detenían a las manifestantes, después cinco policías la sometieron, y al menos dos la comenzaron a golpearla en el estómago y el vientre. Mientras era agredida gritaba para identificarse como prensa, y una vez que la soltaron siguió documentando cuando golpeaban a otras mujeres.
“Les molestó que documentáramos que las golpeaban en el piso. Le dices que eres prensa y te agreden, nos podría pasar a cualquiera. Me parece grave una saña particular de las mujeres policías a otras mujeres”.
Martha Silva narró que cuando vio que a Alfonsina la golpeaban las policías comenzó a gritar para que la soltaran, identificándola como compañera reportera, pero después fue empujada por las policías, quienes levantaban los brazos para impedir que se grabara cuando golpeaban a una joven que tenían en el piso.
Los jaloneos y empujones en contra de Brenda Orozco iniciaron desde la manifestación, cuando se acercaba para fotografiar.
La primera ocasión, prácticamente al inicio de la manifestación, una policía se acercó y la tomó del brazo, mientras ella forcejeaba para zafarse. Después, cuando caminaron al Arco de la Calzada y presuntamente se dio la primera detención, llegó a tomar fotografías, pero una elemento la tomó por la mochila y la aventó.