Irapuato, Gto.- Grupos del Crimen Organizado no dan tregua y siguen bañando de sangre añl estado de Guanajuato ante la falta de autoridad en diferentes municipios del estado.
La noche del pasado martes dos hombres armados con fusiles de asalto asesinaron a 5 personas en el interior de un bar del municipio de Irapuato.
El ataque se registró a las 11:30 horas del martes, en el interior del bar “La Parranda, instalado en la prolongación Guerrero, rumbó a la salida a Silao.
Los sicarios entraron intempestivamente fuertemente armados dirijiendose a una mesa en especial donde descargaron sus armas hririendo también a varios trabajadores del lugar dejándolos gravemente heridos.
En el ataque murieron cinco personas y una más resultó herida de gravedad.
En el bar murieron Moisés Aldaco Cárdenas, de 35 años de edad; René Isidoro Ruiz Bocanegra, de 28 años y Emma Noemí Guerrero Cisneros, de 20 años, informó la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
“Fueron llevados al Hospital General tres lesionados, donde momento después fallecen Erika Paola Ruíz Bocanegra, de 33 años y Lucero, de 18 años, quien era mesera del lugar; permaneciendo herido de gravedad, Cristian Jesús, de 30 años”, detalló la fiscalía.
Agregó que al lugar arribaron dos hombres con armas largas “dirigiéndose directamente a la mesa donde se encontraban dichas personas (únicos clientes ya en ese momento), disparándoles varias veces y salir huyendo en un vehículo negro que los esperaba afuera”.
El alcalde de Irapuato, Ricardo Ortiz Gutiérrez, afirmó que fue un ataque directo contra las personas asesinadas.
“Estaremos esperando que la Procuraduría emita sus conclusiones y nos dé luz sobre el móvil. Todo indica que fue un ataque directo, iban tras ellos, lamentablemente hay daños colaterales, sobre todo la jovencita que atendía el local”, señaló el presidente.
Mientras tanto autoridades ministeriales y de la procuraduría de justicia aseguran que las personas asesinadas no son de Guanajuato.
Por otro lado en la ciudad de León apenas el pasado lunes 5 personas fueron levantadas en el barrio de San Miguel siendo ejecutadas minutos después en un lote baldío.